Lo que se debe y no se suele decir

miércoles, 24 de mayo de 2006

Llega el calor... vuelve el frío

Como todas las mañanas te levantas, subes la persiana de tu cuarto, ¿y qué ves?... ¡otro día resplandeciente!, el cielo es azul sin una nube. Abres las ventanas para respirar la brisa fresca de la mañana y… te encuentras con una bofetada de calor. ¡Menuda broza!, pero esto no baja tu animo.

Comienzas a pensar donde guardaste la ropa de verano. Cuando la localizas te das cuenta que la mayoría de las cosas o no te sirven o están en un estado bastante lamentable para ser puestas. Aún así te haces con tus viejos pantalones cortos, la clásica camiseta que luces todo el año (porque durante todo el año llevas camiseta de manga corta) y las chanclas de la piscina. Completas tu atuendo con unas gafas de sol, cuanto más grandes mejor, y una gorra bien calada e inclinada levemente hacia un lado. Estilo.

Sales de casa, y cuando pasas por delante del espejo del portal te das cuenta de lo blanco que estas después de haber pasado meses debajo de capas y capas de ropa sin que un rayito de sol tocase tu piel. El paseo desde el parking al edificio es como atravesar un mini desierto, ¡qué calor! Cuando entras al edificio y notas ese fresquito revives. Pero como todos sabemos, y solemos olvidar de un año a otro, esto dura poco. Llegas a clase donde tus compañeros están tan acalorados como tú. Las ventanas están abiertas. Bien. Pero de pronto comienza un ruido familiar… ¡La calefacción! No, no, no. Algo mucho peor. ¡El aire acondicionado!

En estos momentos recuerdas como vas vestido y te entra el pánico. Tus pies, enfundados en las chanclas de la piscina, se vuelven blancos y pierden la sensibilidad. En tus brazos y piernas comienza a hacer efecto ese fenómeno conocido como: piel de pollo. Comienzas a estornudar. Te sientes congelado… ¡bienvenido al frío del verano!

A partir de este momento tienes todas las papeletas para coger un catarro de comienzo de verano que te acompañará durante todos los exámenes finales.

Consejos:

Para no sufrir lo que te queda de curso tienes dos opciones:
A- Conseguir que toda la clase se ponga de acuerdo para que apaguen el aire (cuestión difícil. Siempre hay algún histérico del calor).
B- Llevar un set de supervivencia compuesto por ropa de abrigo y pañuelos.

C- Ponerte unos bellos calcetines sobre tus chanclas... (opción menos recomendable).

2 Comments:

  • Muy bueno. Veo que has captado perfectamente el rollo blog.

    Además las imágenes me parecen acertadísimas. Ahora sólo hace falta buenos temas y paciencia para que vaya corriendo la voz de lo que se cuece por aquí.

    Ya mismo estreno yo el mío. Un saludo, y enhorabuena.

    By Anonymous Anónimo, at 24 mayo, 2006 20:08  

  • Porque hay quienes preferimos un catarro (ya superado, que con el couldina esta listo en tres días) que hacer el paleto!

    By Anonymous Anónimo, at 28 mayo, 2006 22:58  

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