Lo que se debe y no se suele decir

jueves, 4 de enero de 2007

Pequeños detalles

Para que engañar... es una de las pequeñas cosas que más admiro de la gente. Una sonrisa en el momento preciso, una mueca, una caricia... el simple hecho de acudir a tu invitación.

Descubro cada día aquellos gestos de esa gente que se da a sus amigos, y de aquella otra que aparentemente está pero realmente en el momento necesario NO ESTÁ.

Hoy ha sido muy curioso pero no por ello voy ha comentar al respecto. Por supuesto me quedo con lo bueno del día (y de mi santo) y no con aquello que lo ha estropeado o aquellos que, seguramente sin quererlo, me han decepcionado.

S0y persona que se queda con el día a día... y no mira más allá de lo que acaece en cada momento. Hoy me han demostrado algunos que son capaces de dejar sus estudios por un amigo, que acuden a una celebración por un simple sms, que están para con los suyos por el simple motivo de serlo. Hoy sé en quién puedo confiar mañana y para quién seguramente no soy nadie.

Acabo diciendo que os agradezco mucho que hayáis venido a mi santo. Es la primera vez que celebro algo con un número considerable de gente y me alegra mucho saber que puedo contar con vosotros. Si algunas cosas han salido mal os pido perdón en la medida que han sido culpa mía... Sólo espero que hoy haya sido un gran día para vosotros como lo ha sido para mí.

Gracias a vosotros sigo pensando que merece la pena luchar por lo que más se quiere aunque algunos (incluso llamándose amigos) se empeñen en hacer el camino empinado. Me gustaría dar nombres para bien y para mal... No lo voy ha hacer por respeto a ambos; cada cual sabrá a quién me refiero.