Lo que se debe y no se suele decir

domingo, 12 de noviembre de 2006

Ya está bien

Me resulta bastante triste escribir este post. Lo hago quizás como medida de desahogo quizás como medida de concienciación (propia y ajena).

Es muy lamentable "jurarse los domingos cambiar de vida", igual que lo es en muchas ocasiones "beber más de lo que debería" "viviendo más de noche que de día". De hecho no es muy lamentable, es PATÉTICO.

Hace no mucho hice bastante el ridículo, el cafre, el inmaduro... Quizás era una circunstancia especial pero ello no la justifica. Recuerdo escasamente ese día pero ojalá ni yo ni mis amigos lo recordásemos... ojalá no hubiese pasado.

Hoy se ha dado a la inversa al igual que hace unos días también se dio. Igual que yo pido olvido, olvido todo esto y lo entiendo ya que por desgracia sé de lo que hablo. Aún así, no puedo dejar de escribirlo porque me parece igual de ridículo el estado en el que hace unos días vi a uno de mis mejores amigos y en el que hoy he visto a otro de los que para mí valen mucho y tienen todo mi aprecio y consideración.

Me terminé de dar cuenta el día en el que consideré tranquilamente lo que yo había hecho. Esta vez, viéndolo desde fuera, me humillo más a mi mismo y me doy aún más cuenta del camino que no hay que seguir. (Por otro lado me reafirmo en mi teoría de que de los amigos se aprende de lo bueno y se mejora de lo malo).

Hablando muy claro, sin indirectas y sin tonterías: admiro a aquellos que son capaces de salir un jueves/viernes/sábado/fiesta/cotillón/etc./etc./ y no probar el alcohol. Me parece muy correcta la actitud de aquellos que lo consumen y lo controlan siendo en todo momento (tanto interna como externamente) dueños de sus actos (y jamás tienen de qué arrepentirse a la mañana siguiente). Inadecuada y vergonzosa me parece cada día más la actitud (y por desgracia alguna vez he formado parte de este grupo) de los que a partir de ciertas horas se convierten en "otros", los que no son capaces de mantener una conversación acorde a sus principios, los que se desmadran y pierden el norte, los que al día siguiente ni recuerdan como llegaron a su casa o lo que hicieron la noche anterior. Los que a la mañana siguiente se "juran cambiar de vida".

Me pregunto en voz alta: ¿es necesario aguantar hasta altas horas de la madrugada con lo que todos sabemos que ello conlleva? ¿Realmente se hacen cosas decentes y que aporten algo positivo a esas "horas A.M." que no se puedan realizar sin haber consumido ingentes cantidades de alcohol? ¿Se lo pasa realmente uno bien no acordándose al día siguiente de lo que hizo la noche anterior? ¿Es realmente uno libre y dueño de sus actos cuando hace cosas que no haría en ese estado? Me surgen muchas más preguntas que no voy ha escribir por no alargar mi post.

Sé que "una vez al año no hace daño". Que hay circunstancias y circunstancias. Que se pueden perder los papeles de vez en cuando... pero hay cosas que llevo tiempo sin entender ni compartir y cada vez descubro cosas nuevas que menos me agradan.

He prometido a mis amigos cambiar y seguir en la buena línea por ellos. Espero poder seguir haciéndolo y no desaprovecho la ocasión para pedir perdón de mis errores y por supuesto disculpar a los que han metido la pata y que me han terminado de abrir los ojos. He dicho.