Cruzando el ecuador

Ayer 4 de julio, día de la independencia, pasé el ecuador de mi estancia en NYC. De esta primera mitad es bastante complicado hacer un resumen porque han sido 11 días frenéticos de levantarse temprano e intentar acostarse a una hora prudente.

Me quedo sin duda con la gente que voy conociendo, especialmente koreanos (católicos y no comunistas), italianos, brasileños, españoles y sin duda franceses. Casualidades y prejuicios de la vida, hasta la semana pasada tenía bastante tirria a los gabachos… ahora creo que es al contrario porque quitando a un par de españoles, es con ellos con los que mejor me estoy llevando.

En cuanto a las actividades: se va evolucionando. Ya no todo es ver edificios, museos o monumentos, que culturalmente está muy bien. Ahora se innova yendo a la playa, celebrando el día de la independencia con un picnic en Central Park y una barbacoa en la terraza de un rascacielos a la luz de los fuegos artificiales o viendo a los Yankees jugar en su estadio. La semana que viene quiero ir a Washington, veremos a ver si el presupuesto me da.

Por lo demás… en cuanto al inglés noto mi evolución e intento usarlo en todo momento en mis conversaciones. El tiempo muy soleado los primeros días y nublado el resto con algunas precipitaciones aisladas. La comida sigue siendo igual de mala (y cara) que ya comenté. Los newyorkinos son bastante “buena gente” como a D. Miguel Sánchez de Alcázar le gusta decir (bueno, él sólo lo emplea para los jiennenses). Para el resto… ya veréis fotos.

Sin duda y ya os lo he dicho a algunos, el resumen hasta hoy es que me lo estoy pasando en grande, que estoy aprendiendo un montón y abriendo un poco mi mente porque aunque nos extrañe… hay vida fuera de Jaén, incluso de España. Si los amigos estuvieran por aquí, un 10. Esto es verdad que es otro mundo, con sus cosas buenas y malas, pero imponente sin lugar a dudas. Cuando pueda, me abro aquí un BABY’S y me vengo, y para las vacaciones me voy a España y me las meto “der copetín”.